Referéndum de Autonomía de Guinea Ecuatorial en 1963
El
15 de diciembre de
1963, el Gobierno español sometió a
referéndum
entre la población de estas dos provincias un proyecto de Bases sobre
Autonomía, que fue aprobado por abrumadora mayoría. En consecuencia,
estos territorios fueron dotados de autonomía, adoptando oficialmente el
nombre de Guinea Ecuatorial, con órganos comunes a todo el territorio
(Asamblea General, Consejo de Gobierno y Comisario General) y
organismos propios de cada provincia. Aunque el comisionado general
nombrado por el gobierno español tenía amplios poderes, la Asamblea
General de Guinea Ecuatorial tenía considerable iniciativa para
formular leyes y regulaciones. Su primer y único presidente fue
Bonifacio Ondó Edu.
En
noviembre de
1965, la IV Comisión de la
Asamblea de la ONU,
aprobó un proyecto de resolución en el que se pedía a España que
fijase lo antes posible la fecha para la independencia de Guinea
Ecuatorial. En
diciembre de
1966 el Consejo de Ministros del Gobierno español acordó preparar la Conferencia Constitucional. En
octubre de
1967 se inauguró dicha Conferencia, presidida por
Fernando María Castiella, ministro español de Asuntos Exteriores; al frente de la delegación guineana figuraba
Federico Ngomo.
Proclamación de la independencia (1968)
En marzo de
1968,
bajo la presión de los nacionalistas ecuatoguineanos y de las Naciones
Unidas, España anunció que concedería la independencia. Se formó una
Convención Constituyente que produjo una ley electoral y un borrador de constitución. Terminada la segunda fase de la Conferencia Constitucional (
17 de abril -
22 de junio de
1968) se llevó a cabo la consulta. El
referéndum sobre la constitución se produjo el
11 de agosto de
1968, bajo la supervisión de un equipo de observadores de las
Naciones Unidas. Un 63% del electorado votó a favor de la
nueva constitución, que preveía un gobierno con una Asamblea General y un Tribunal Supremo con jueces nombrados por el presidente.
En enero de
1969, el líder de la oposición a Macías,
Bonifacio Ondó Edu, que estaba sometido a arresto domiciliario, fue asesinado. Aumentó la inestabilidad en el país.
En marzo de
1969, Macías anunció que había dominado un intento de golpe de estado encabezado por el opositor
Atanasio Ndongo
(las versiones varían: aunque algunos autores aseguran que nunca había
existido, otros afirman que el intento se produjo). El presidente
ecuatoguineano aprovechó este pretexto para acabar con toda la oposición
e instaurar una siniestra dictadura. Los seguidores de Atanasio Ndongo
fueron arrestados o asesinados. El fallido golpe o falso golpe generó
una ola de indignación popular antiespañola (estimulada por el
gobierno), por lo que la comunidad española se sintió amenazada. Toda
esta situación se tradujo en una
crisis diplomática entre España y Guinea Ecuatorial.
La dictadura de Macías (1970 - 1979)
Macías no tardó mucho en concentrar en su persona todos los poderes del
Estado y en julio de 1970 creó un régimen de partido único, el PUNT (
Partido Único Nacional de los Trabajadores); la
República Popular China envió al país a 400 expertos (médicos, ingenieros y constructores), y asistencia económica. La
Unión Soviética envió material armamentístico y consejeros militares, recibiendo a cambio derechos de pesca y derechos de uso del puerto de
San Carlos de Luba. En mayo de 1971 partes cruciales de la Constitución fueron abrogadas. Con
Cuba se firmó un
Acuerdo de cooperación educativa a finales de 1971, y
Corea del Norte
empezó a enviar instructores militares para las milicias creadas por
Macías y para la Guardia Nacional. El uniforme de las Milicias y las
Juventudes del PUNT pasó a ser semejante al de los
Guardias rojos maoístas
y el presidente mandó quemar todos los libros editados en occidente,
así como las bibliotecas que databan de la época colonial en un remedo
de la
Revolución Cultural china (1966-1976); y en julio de 1972 se autoproclamó presidente vitalicio.
A principios de 1973, todos los sacerdotes católicos y protestantes,
extranjeros o no, fueron puestos bajo arresto domiciliario, iniciándose
igualmente una persecución de los creyentes en esas religiones, bajo la
forma de delito de subversión, castigado con una multa de 1.000
pesetas guineanas y la obligación de hacer una declaración afirmando que
“Dios no existe”.
Derrocamiento y muerte
Para 1979, la represión de Macías afectaba incluso a sus más allegados, incluidos integrantes del clan Esangui.
El
3 de agosto de
1979, su sobrino
Teodoro Obiang Nguema organizó, con la ayuda de antiguos compañeros de armas encarcelados (
Eulogio Oyó y otros), un
golpe de estado
que derrocó a Macías. Tras las refriegas militares que duraron una
semana, el dictador se refugió en la selva, y allí fue detenido poco
tiempo después.
Su sobrino, Teodoro Obiang, que acabaría siendo a su vez el nuevo dictador, le sometió a un
juicio sumarísimo utilizando el
Código de Justicia Militar español, en el que fue acusado, entre otras cosas, de
genocidio, deportaciones masivas y apropiaciones indebidas. Fue condenado a
muerte el
29 de septiembre de
1979 y
fusilado inmediatamente.
Hoy en día, Francisco Macías Nguema está considerado como uno de los líderes más
cleptocráticos, sangrientos y crueles en la historia del
África post-colonial. Ha sido comparado a
Pol Pot por la naturaleza violenta, imprevisible y anti-intelectual de ambos regímenes.