De regresso ao Chile é expulso da Juventude Comunista, adere ao Partido Socialista Chileno e tornou-se membro da guarda pessoal do presidente Salvador Allende. No golpe militar do dia 11 de Setembro de 1973, que levou ao poder o ditador general Augusto Pinochet, Luís Sepúlveda encontrava-se no Palácio de La Moneda a fazer guarda ao Presidente Allende.
Membro ativo da Unidade Popular chilena nos anos 70, teve de abandonar o país após o golpe militar de Augusto Pinochet. Viajou e trabalhou no Brasil, Uruguai, Paraguai e Peru. Viveu no Equador entre os índios Shuar, participando numa missão de estudo da UNESCO. Sepúlveda era, na altura, amigo de Chico Mendes, herói da defesa da Amazónia. Dedicou a Chico Mendes O Velho Que Lia Romances de Amor, o seu maior sucesso. Na Nicarágua integrou as brigadas sandinistas. Emigrou, por fim, para a Alemanha, onde viveu por 14 anos e casou pela segunda vez, com Margarita Seven. Depois de separar-se, mudou-se para Paris e depois para Gijón, onde reencontrou a sua primeira mulher, a poetisa chilena Carmen Yáñez, e viveu o resto de sua vida.
A 29 de fevereiro de 2020, foi diagnosticado com COVID-19, tornando-se o primeiro caso diagnosticado com a doença na região das Astúrias. O caso foi notado de forma particular em Portugal, pois o escritor havia participado, poucos dias antes, no festival literário "Correntes d' Escritas", na Póvoa de Varzim, que teve lugar entre 18 e 23 de fevereiro. A 16 de abril de 2020 o escritor morreu, vitima da doença.
Obras
- Cronicas de Pedro Nadie (1969)
- O Velho Que Lia Romances de Amor - no original Un viejo que leía novelas de amor (1989)
- Nome de Toureiro - no original Nombre de torero (1994)
- Patagónia Express - no original Patagonia Express (1995)
- Mundo do Fim do Mundo - no original Mundo del fin del mundo (1992)
- Encontro de Amor num País em Guerra - no original Desencuentros, cuentos (1997)
- Diário de um Killer Sentimental - no original Diario de un killer sentimental & Yacaré (1998)
- As Rosas de Atacama - no original Historias marginales (2000)
- O General e o Juiz - no original La locura de Pinochet (2002)
- O Poder dos Sonhos - no original El poder de los sueños (2004)
- Os Piores Contos dos Irmãos Grim em co-autoria com o escritor uruguaio Mario Delgado Aparaín - no original Los peores cuentos de los Hermanos Grimm (2004)
- Uma História Suja (2004)
- História de uma gaivota e do gato que a ensinou a voar - no original Historia de una gaviota y el gato que le enseñó a volar (2008)
- A Lâmpada de Aladino - no original La lámpara de Aladino (2008).
- A sombra do que fomos - no original La sombra de lo que fuimos (2009)
- Crónicas do Sul - no original Últimas noticias del Sur (2011)
- História de um gato e de um rato que se tornaram amigos - no original Historia de Max, de Mix y de Mex (2012)
- História do caracol que descobriu a importância da lentidão - no original Historia de un caracol que descubrió la importancia de la lentitud (2013)
- Uma ideia de felicidade - no original Una Idea de la Felicidad (com Carlo Petrini) (2014)
- A venturosa história do Usbeque mudo - no original El Uzbeko Mudo (2015)
- História de um cão chamado Leal - no original Historia de un Perro llamado Leal (2015)
- O fim da história - no original El Fin de la Historia (2016)
Prémios e distinções
Luis Sepúlveda recebeu, entre outros, os seguintes prémios literários:
- Premio Gabriela Mistral de poesia (1976)
- Prémio Rómulo Gallegos de novela (1978)
- Premio Tigre Juan de novela (1988)
- Premio de relatos cortos «La Felguera» (1990)
- Prémio Primavera de Romance (2009)
- Prémio Eduardo Lourenço (2016)
PALABRAS PARA EL VIAJERO INCONCLUSO
Perdón.
En silencio te digo
perdón por estos días.
Perdón.
Pero no he sido yo quien los marcó
a fuego sobre los calendarios,
ni fui yo, te lo juro,
quien degolló el canto de los gallos
sobre los relojes. Viajero,
te digo adiós antes de que llegues,
antes de que me pidas un miserable sitio
para dejar tu sombra, una baldosa limpia
para dejar tus lágrimas y escupos.
Te digo adiós antes de que llegues,
antes de que me acusen estas manos
y veas por mis ojos el inmenso dolor de tu presencia.
Te digo adiós, es cierto, y ya no puedo
despedir el amargo sabor de otra derrota,
de este nuevo fracaso tan armónicamente rutinario.
Te digo adiós antes de que llegues,
pero no soy culpable de este mundo
tan lleno de cadenas y de cruces.
Yo no tuve la culpa de llegar
a conocerte aquí, en donde mis zapatos
aún no tienen rumbo
y ya son el estiércol de la melancolía.
Te digo adiós antes de que llegues.
En medio de la noche solo mi voz se escucha,
aullando como un lobo por esta perra suerte.
Te digo adiós,
y te pido perdón por mi vergüenza,
perdón por renegar de mi estirpe en tu nombre,
mi estirpe de hombre austral,
mi destino salado,
mi infinita esperanza empobrecida.
Perdón porque he soñado con un nombre,
por pensar que tal vez era posible
ser un par de buenos camaradas.
Perdón,
ya no habrá para ti funeral ni responso,
ni lápida, ni lágrimas, ni cirios,
ni flor ensombrecida.
Apenas si te quedas enterrado,
aquí, único rincón limpio de mi pecho.
Perdón
por haber decidido tu futuro,
y haberlo transformado en un emplasto
de chorros de luz roja al fondo del abismo.
Te digo adiós antes de que llegues,
pero tus pasos suenan como potros salvajes,
pisan,
braman,
estremecen la tierra
igual que un cataclismo.
No quiero huir.
Quiero seguir oyendo tu reclamo silente.
Te digo adiós antes de que llegues,
viajero que te aferras a mi boca,
desesperadamente me muerdes las palabras
y sé que nunca, nunca, me darás tu adiós.
(Quito, exilio, junio de 1978)
Luis Sepúlveda