Alfonsina Storni (Sala Capriasca, Suíça 29 de maio de 1892 - Mar del Plata, Argentina, 25 de outubro de 1938) foi uma poetisa argentina.
Filha de pais argentinos, nascida na Suíça, imigrou com os seus pais para a província de San Juan na Argentina em 1896. Em 1901, muda-se para Rosario, (Santa Fé), onde tem uma vida com muitas dificuldades financeiras. Trabalhou para o sustento da família como costureira, operária, atriz e professora.
Descobre-se portadora de cancro da mama em 1935. O suicídio de um amigo, o também escritor Horacio Quiroga, em 1937, abala-a profundamente.
Em 1938, três dias antes de se suicidar, envia, de um hotel de Mar del Plata para um jornal, o soneto “Voy a Dormir”.
Consta que suicidou-se andando para dentro do mar - o que foi
poeticamente registado na canção "Alfonsina y el mar", gravada por Mercedes Sosa; o seu corpo foi resgatado do oceano no dia 25 de outubro de 1938. Alfonsina tinha 46 anos.
in Wikipédia
¡Adiós!
Las cosas que mueren jamás resucitan,
las cosas que mueren no tornan jamás.
¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda
es polvo por siempre y por siempre será!
Cuando los capullos caen de la rama
dos veces seguidas no florecerán...
¡Las flores tronchadas por el viento impío
se agotan por siempre, por siempre jamás!
¡Los días que fueron, los días perdidos,
los días inertes ya no volverán!
¡Qué tristes las horas que se desgranaron
bajo el aletazo de la soledad!
¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas,
las sombras creadas por nuestra maldad!
¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que así se nos van!
¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!...
-de llagas infectas- ¡cúbrete de mal!...
¡Que todo el que llegue se muera al tocarte,
corazón maldito que inquietas mi afán!
¡Adiós para siempre mis dulzuras todas!
¡Adiós mi alegría llena de bondad!
¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que no vuelven más! ...
Las cosas que mueren jamás resucitan,
las cosas que mueren no tornan jamás.
¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda
es polvo por siempre y por siempre será!
Cuando los capullos caen de la rama
dos veces seguidas no florecerán...
¡Las flores tronchadas por el viento impío
se agotan por siempre, por siempre jamás!
¡Los días que fueron, los días perdidos,
los días inertes ya no volverán!
¡Qué tristes las horas que se desgranaron
bajo el aletazo de la soledad!
¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas,
las sombras creadas por nuestra maldad!
¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que así se nos van!
¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!...
-de llagas infectas- ¡cúbrete de mal!...
¡Que todo el que llegue se muera al tocarte,
corazón maldito que inquietas mi afán!
¡Adiós para siempre mis dulzuras todas!
¡Adiós mi alegría llena de bondad!
¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que no vuelven más! ...
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