O Curso de Geologia de 85/90 da Universidade de Coimbra escolheu o nome de Geopedrados quando participou na Queima das Fitas.
Ficou a designação, ficaram muitas pessoas com e sobre a capa intemporal deste nome, agora com oportunidade de partilhar as suas ideias, informações e materiais sobre Geologia, Paleontologia, Mineralogia, Vulcanologia/Sismologia, Ambiente, Energia, Biologia, Astronomia, Ensino, Fotografia, Humor, Música, Cultura, Coimbra e AAC, para fins de ensino e educação.
Filha de pais argentinos, nascida na Suíça, imigrou com os seus pais para a província de San Juan na Argentina em 1896. Em 1901, muda-se para Rosario, (Santa Fé), onde tem uma vida com muitas dificuldades financeiras. Trabalhou para o sustento da família como costureira, operária, atriz e professora.
Em 1938, três dias antes de se suicidar, envia, de um hotel de Mar del Plata para um jornal, o soneto “Voy a Dormir”.
Consta que se suicidou andando pelo mar adentro - o que foi
poeticamente registado na canção "Alfonsina y el mar", gravada por Mercedes Sosa; o seu corpo foi resgatado do oceano no dia 25 de outubro de 1938. Alfonsina tinha 46 anos.
Tú me dijiste: no lloró mi padre; tú me dijiste: no lloró ni abuelo; no han llorado los hombres de mi raza, eran de acero. Así diciendo te brotó una lágrima y me cayó en la boca... más veneno. Yo no he bebido nunca en otro vaso así pequeño. Débil mujer, pobre mujer que entiende dolor de siglos conocí al beberlo: ¡Oh, el alma mía soportar no puede todo su peso!
Alfonsina y el mar - Mercedes Sosa Letra de Félix Luna e música de Ariel Ramírez
Por la blanda arena que lame el mar su pequeña huella no vuelve más, un sendero solo de pena y silencio llegó hasta el agua profunda. Un sendero solo de penas mudas llegó hasta la espuma. Sabe Dios qué angustia te acompañó qué dolores viejos, calló tu voz para recostarte arrullada en el canto de las caracolas marinas. La canción que canta en el fondo oscuro del mar la caracola. Te vas Alfonsina con tu soledad, ¿qué poemas nuevos fuiste a buscar? Una voz antigua de viento y de sal te requiebra el alma y la está llevando y te vas hacia allá como en sueños, dormida, Alfonsina, vestida de mar. Cinco sirenitas te llevarán por caminos de algas y de coral y fosforescentes caballos marinos harán una ronda a tu lado. Y los habitantes del agua van a jugar pronto a tu lado. Bájame la lámpara un poco más, déjame que duerma nodriza en paz y si llama él no le digas que estoy dile que Alfonsina no vuelve. Y si llama él no le digas nunca que estoy, di que me he ido.
Te vas Alfonsina con tu soledad, ¿qué poemas nuevos fuiste a buscar? Una voz antigua de viento y de sal te requiebra el alma y la está llevando y te vas hacia allá como en sueños, dormida, Alfonsina, vestida de mar.
NOTA: um belíssima versão da canção, de Rosalía, com a letra em castelhano e uma tradução na língua inglesa:
Filha de pais argentinos, nascida na Suíça, imigrou com os seus pais para a província de San Juan na Argentina em 1896. Em 1901, muda-se para Rosario, (Santa Fé), onde tem uma vida com muitas dificuldades financeiras. Trabalhou para o sustento da família como costureira, operária, atriz e professora.
Em 1938, três dias antes de se suicidar, envia, de um hotel de Mar del Plata para um jornal, o soneto “Voy a Dormir”.
Consta que suicidou-se andando para dentro do mar - o que foi
poeticamente registado na canção "Alfonsina y el mar", gravada por Mercedes Sosa; o seu corpo foi resgatado do oceano no dia 25 de outubro de 1938. Alfonsina tinha 46 anos.
¡Adiós! Las cosas que mueren jamás resucitan, las cosas que mueren no tornan jamás. ¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda es polvo por siempre y por siempre será! Cuando los capullos caen de la rama dos veces seguidas no florecerán... ¡Las flores tronchadas por el viento impío se agotan por siempre, por siempre jamás! ¡Los días que fueron, los días perdidos, los días inertes ya no volverán! ¡Qué tristes las horas que se desgranaron bajo el aletazo de la soledad! ¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas, las sombras creadas por nuestra maldad! ¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas, las cosas celestes que así se nos van! ¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!... -de llagas infectas- ¡cúbrete de mal!... ¡Que todo el que llegue se muera al tocarte, corazón maldito que inquietas mi afán! ¡Adiós para siempre mis dulzuras todas! ¡Adiós mi alegría llena de bondad! ¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas, las cosas celestes que no vuelven más! ...
Filha de pais argentinos, nascida na Suíça, imigrou com os seus pais para a província de San Juan na Argentina em 1896. Em 1901, muda-se para Rosario, (Santa Fé), onde tem uma vida com muitas dificuldades financeiras. Trabalhou para o sustento da família como costureira, operária, atriz e professora.
Em 1938, três dias antes de se suicidar, envia, de um hotel de Mar del Plata para um jornal, o soneto “Voy a Dormir”.
Consta que suicidou-se andando pelo mar adentro - o que foi
poeticamente registado na canção "Alfonsina y el mar", gravada por Mercedes Sosa; o seu corpo foi resgatado do oceano no dia 25 de outubro de 1938. Alfonsina tinha 46 anos.
Tú me dijiste: no lloró mi padre; tú me dijiste: no lloró ni abuelo; no han llorado los hombres de mi raza, eran de acero. Así diciendo te brotó una lágrima y me cayó en la boca... más veneno. Yo no he bebido nunca en otro vaso así pequeño. Débil mujer, pobre mujer que entiende dolor de siglos conocí al beberlo: ¡Oh, el alma mía soportar no puede todo su peso!
Alfonsina y el mar - Mercedes Sosa (Félix Luna - Ariel Ramírez)
Por la blanda arena que lame el mar su pequeña huella no vuelve más, un sendero solo de pena y silencio llegó hasta el agua profunda. Un sendero solo de penas mudas llegó hasta la espuma. Sabe Dios qué angustia te acompañó qué dolores viejos, calló tu voz para recostarte arrullada en el canto de las caracolas marinas. La canción que canta en el fondo oscuro del mar la caracola. Te vas Alfonsina con tu soledad, ¿qué poemas nuevos fuiste a buscar? Una voz antigua de viento y de sal te requiebra el alma y la está llevando y te vas hacia allá como en sueños, dormida, Alfonsina, vestida de mar. Cinco sirenitas te llevarán por caminos de algas y de coral y fosforescentes caballos marinos harán una ronda a tu lado. Y los habitantes del agua van a jugar pronto a tu lado. Bájame la lámpara un poco más, déjame que duerma nodriza en paz y si llama él no le digas que estoy dile que Alfonsina no vuelve. Y si llama él no le digas nunca que estoy, di que me he ido.
Te vas Alfonsina con tu soledad, ¿qué poemas nuevos fuiste a buscar? Una voz antigua de viento y de sal te requiebra el alma y la está llevando y te vas hacia allá como en sueños, dormida, Alfonsina, vestida de mar.
Filha de pais argentinos, nascida na Suíça, imigrou com os seus pais para a província de San Juan na Argentina em 1896. Em 1901, muda-se para Rosario, (Santa Fé), onde tem uma vida com muitas dificuldades financeiras. Trabalhou para o sustento da família como costureira, operária, atriz e professora.
Em 1938, três dias antes de se suicidar, envia, de um hotel de Mar del Plata para um jornal, o soneto “Voy a Dormir”.
Consta que suicidou-se andando para dentro do mar - o que foi
poeticamente registado na canção "Alfonsina y el mar", gravada por Mercedes Sosa; o seu corpo foi resgatado do oceano no dia 25 de outubro de 1938. Alfonsina tinha 46 anos.
¡Adiós! Las cosas que mueren jamás resucitan, las cosas que mueren no tornan jamás. ¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda es polvo por siempre y por siempre será! Cuando los capullos caen de la rama dos veces seguidas no florecerán... ¡Las flores tronchadas por el viento impío se agotan por siempre, por siempre jamás! ¡Los días que fueron, los días perdidos, los días inertes ya no volverán! ¡Qué tristes las horas que se desgranaron bajo el aletazo de la soledad! ¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas, las sombras creadas por nuestra maldad! ¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas, las cosas celestes que así se nos van! ¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!... -de llagas infectas- ¡cúbrete de mal!... ¡Que todo el que llegue se muera al tocarte, corazón maldito que inquietas mi afán! ¡Adiós para siempre mis dulzuras todas! ¡Adiós mi alegría llena de bondad! ¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas, las cosas celestes que no vuelven más! ...
Por la blanda arena que lame el mar su pequeña huella no vuelve más, un sendero solo de pena y silencio llegó hasta el agua profunda. Un sendero solo de penas mudas llegó hasta la espuma. Sabe Dios qué angustia te acompañó qué dolores viejos, calló tu voz para recostarte arrullada en el canto de las caracolas marinas. La canción que canta en el fondo oscuro del mar la caracola. Te vas Alfonsina con tu soledad, ¿qué poemas nuevos fuiste a buscar? Una voz antigua de viento y de sal te requiebra el alma y la está llevando y te vas hacia allá como en sueños, dormida, Alfonsina, vestida de mar. Cinco sirenitas te llevarán por caminos de algas y de coral y fosforescentes caballos marinos harán una ronda a tu lado. Y los habitantes del agua van a jugar pronto a tu lado. Bájame la lámpara un poco más, déjame que duerma nodriza en paz y si llama él no le digas que estoy dile que Alfonsina no vuelve. Y si llama él no le digas nunca que estoy, di que me he ido.
Te vas Alfonsina con tu soledad, ¿qué poemas nuevos fuiste a buscar? Una voz antigua de viento y de sal te requiebra el alma y la está llevando y te vas hacia allá como en sueños, dormida, Alfonsina, vestida de mar.
Filha de pais argentinos, nascida na Suíça, imigrou com os seus pais para a província de San Juan na Argentina em 1896. Em 1901, muda-se para Rosario, (Santa Fé), onde tem uma vida com muitas dificuldades financeiras. Trabalhou para o sustento da família como costureira, operária, atriz e professora.
Em 1938, três dias antes de se suicidar, envia, de um hotel de Mar del Plata para um jornal, o soneto “Voy a Dormir”.
Consta que suicidou-se andando pelo mar adentro - o que foi
poeticamente registado na canção "Alfonsina y el mar", gravada por Mercedes Sosa; o seu corpo foi resgatado do oceano no dia 25 de outubro de 1938. Alfonsina tinha 46 anos.
Tú me dijiste: no lloró mi padre; tú me dijiste: no lloró ni abuelo; no han llorado los hombres de mi raza, eran de acero. Así diciendo te brotó una lágrima y me cayó en la boca... más veneno. Yo no he bebido nunca en otro vaso así pequeño. Débil mujer, pobre mujer que entiende dolor de siglos conocí al beberlo: ¡Oh, el alma mía soportar no puede todo su peso!
Alfonsina y el mar - Fábia Rebordão (Félix Luna - Ariel Ramírez)
Por la blanda arena que lame el mar su pequeña huella no vuelve más, un sendero solo de pena y silencio llegó hasta el agua profunda. Un sendero solo de penas mudas llegó hasta la espuma. Sabe Dios qué angustia te acompañó qué dolores viejos, calló tu voz para recostarte arrullada en el canto de las caracolas marinas. La canción que canta en el fondo oscuro del mar la caracola. Te vas Alfonsina con tu soledad, ¿qué poemas nuevos fuiste a buscar? Una voz antigua de viento y de sal te requiebra el alma y la está llevando y te vas hacia allá como en sueños, dormida, Alfonsina, vestida de mar. Cinco sirenitas te llevarán por caminos de algas y de coral y fosforescentes caballos marinos harán una ronda a tu lado. Y los habitantes del agua van a jugar pronto a tu lado. Bájame la lámpara un poco más, déjame que duerma nodriza en paz y si llama él no le digas que estoy dile que Alfonsina no vuelve. Y si llama él no le digas nunca que estoy, di que me he ido.
Te vas Alfonsina con tu soledad, ¿qué poemas nuevos fuiste a buscar? Una voz antigua de viento y de sal te requiebra el alma y la está llevando y te vas hacia allá como en sueños, dormida, Alfonsina, vestida de mar.
Filha de pais argentinos, nascida na Suíça, imigrou com os seus pais para a província de San Juan na Argentina em 1896. Em 1901, muda-se para Rosario, (Santa Fé), onde tem uma vida com muitas dificuldades financeiras. Trabalhou para o sustento da família como costureira, operária, atriz e professora.
Em 1938, três dias antes de se suicidar, envia, de um hotel de Mar del Plata para um jornal, o soneto “Voy a Dormir”.
Consta que suicidou-se andando para dentro do mar - o que foi
poeticamente registado na canção "Alfonsina y el mar", gravada por Mercedes Sosa; o seu corpo foi resgatado do oceano no dia 25 de outubro de 1938. Alfonsina tinha 46 anos.
¡Adiós! Las cosas que mueren jamás resucitan, las cosas que mueren no tornan jamás. ¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda es polvo por siempre y por siempre será! Cuando los capullos caen de la rama dos veces seguidas no florecerán... ¡Las flores tronchadas por el viento impío se agotan por siempre, por siempre jamás! ¡Los días que fueron, los días perdidos, los días inertes ya no volverán! ¡Qué tristes las horas que se desgranaron bajo el aletazo de la soledad! ¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas, las sombras creadas por nuestra maldad! ¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas, las cosas celestes que así se nos van! ¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!... -de llagas infectas- ¡cúbrete de mal!... ¡Que todo el que llegue se muera al tocarte, corazón maldito que inquietas mi afán! ¡Adiós para siempre mis dulzuras todas! ¡Adiós mi alegría llena de bondad! ¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas, las cosas celestes que no vuelven más! ...
Alfonsina y el mar - Mercedes Sosa Música: Ariel Ramírez; letra: Félix Luna
Por la blanda arena que lame el mar su pequeña huella no vuelve más, un sendero solo de pena y silencio llegó hasta el agua profunda. Un sendero solo de penas mudas llegó hasta la espuma. Sabe Dios qué angustia te acompañó qué dolores viejos, calló tu voz para recostarte arrullada en el canto de las caracolas marinas. La canción que canta en el fondo oscuro del mar la caracola. Te vas Alfonsina con tu soledad, ¿qué poemas nuevos fuiste a buscar? Una voz antigua de viento y de sal te requiebra el alma y la está llevando y te vas hacia allá como en sueños, dormida, Alfonsina, vestida de mar. Cinco sirenitas te llevarán por caminos de algas y de coral y fosforescentes caballos marinos harán una ronda a tu lado. Y los habitantes del agua van a jugar pronto a tu lado. Bájame la lámpara un poco más, déjame que duerma nodriza en paz y si llama él no le digas que estoy dile que Alfonsina no vuelve. Y si llama él no le digas nunca que estoy, di que me he ido.
Filha de pais argentinos, nascida na Suíça, imigrou com os seus pais para a província de San Juan na Argentina em 1896. Em 1901, muda-se para Rosario, (Santa Fé), onde tem uma vida com muitas dificuldades financeiras. Trabalhou para o sustento da família como costureira, operária, atriz e professora.
Em 1938, três dias antes de se suicidar, envia, de um hotel de Mar del Plata para um jornal, o soneto “Voy a Dormir”.
Consta que suicidou-se andando pelo mar adentro - o que foi
poeticamente registado na canção "Alfonsina y el mar", gravada por Mercedes Sosa; o seu corpo foi resgatado do oceano no dia 25 de outubro de 1938. Alfonsina tinha 46 anos.
Tú me dijiste: no lloró mi padre; tú me dijiste: no lloró ni abuelo; no han llorado los hombres de mi raza, eran de acero. Así diciendo te brotó una lágrima y me cayó en la boca... más veneno. Yo no he bebido nunca en otro vaso así pequeño. Débil mujer, pobre mujer que entiende dolor de siglos conocí al beberlo: ¡Oh, el alma mía soportar no puede todo su peso!
Alfonsina y el mar - Mercedes Sosa (Félix Luna - Ariel Ramírez)
Por la blanda arena que lame el mar su pequeña huella no vuelve más, un sendero solo de pena y silencio llegó hasta el agua profunda. Un sendero solo de penas mudas llegó hasta la espuma. Sabe Dios qué angustia te acompañó qué dolores viejos, calló tu voz para recostarte arrullada en el canto de las caracolas marinas. La canción que canta en el fondo oscuro del mar la caracola. Te vas Alfonsina con tu soledad, ¿qué poemas nuevos fuiste a buscar? Una voz antigua de viento y de sal te requiebra el alma y la está llevando y te vas hacia allá como en sueños, dormida, Alfonsina, vestida de mar. Cinco sirenitas te llevarán por caminos de algas y de coral y fosforescentes caballos marinos harán una ronda a tu lado. Y los habitantes del agua van a jugar pronto a tu lado. Bájame la lámpara un poco más, déjame que duerma nodriza en paz y si llama él no le digas que estoy dile que Alfonsina no vuelve. Y si llama él no le digas nunca que estoy, di que me he ido.
Te vas Alfonsina con tu soledad, ¿qué poemas nuevos fuiste a buscar? Una voz antigua de viento y de sal te requiebra el alma y la está llevando y te vas hacia allá como en sueños, dormida, Alfonsina, vestida de mar.
NOTA: há ainda a versão de Cristina Branco, para os menos puristas, lindíssima...
Filha de pais argentinos, nascida na Suíça, imigrou com os seus pais para a província de San Juan na Argentina em 1896. Em 1901, muda-se para Rosario, (Santa Fé), onde tem uma vida com muitas dificuldades financeiras. Trabalhou para o sustento da família como costureira, operária, atriz e professora.
Em 1938, três dias antes de se suicidar, envia, de um hotel de Mar del Plata para um jornal, o soneto “Voy a Dormir”.
Consta que suicidou-se andando para dentro do mar - o que foi poeticamente registado na canção "Alfonsina y el mar", gravada por Mercedes Sosa; o seu corpo foi resgatado do oceano no dia 25 de outubro de 1938. Alfonsina tinha 46 anos.
¡Adiós! Las cosas que mueren jamás resucitan, las cosas que mueren no tornan jamás. ¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda es polvo por siempre y por siempre será! Cuando los capullos caen de la rama dos veces seguidas no florecerán... ¡Las flores tronchadas por el viento impío se agotan por siempre, por siempre jamás! ¡Los días que fueron, los días perdidos, los días inertes ya no volverán! ¡Qué tristes las horas que se desgranaron bajo el aletazo de la soledad! ¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas, las sombras creadas por nuestra maldad! ¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas, las cosas celestes que así se nos van! ¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!... -de llagas infectas- ¡cúbrete de mal!... ¡Que todo el que llegue se muera al tocarte, corazón maldito que inquietas mi afán! ¡Adiós para siempre mis dulzuras todas! ¡Adiós mi alegría llena de bondad! ¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas, las cosas celestes que no vuelven más! ...
Alfonsina y el mar - Mercedes Sosa Música: Ariel Ramírez; letra: Félix Luna
Por la blanda arena que lame el mar su pequeña huella no vuelve más, un sendero solo de pena y silencio llegó hasta el agua profunda. Un sendero solo de penas mudas llegó hasta la espuma. Sabe Dios qué angustia te acompañó qué dolores viejos, calló tu voz para recostarte arrullada en el canto de las caracolas marinas. La canción que canta en el fondo oscuro del mar la caracola. Te vas Alfonsina con tu soledad, ¿qué poemas nuevos fuiste a buscar? Una voz antigua de viento y de sal te requiebra el alma y la está llevando y te vas hacia allá como en sueños, dormida, Alfonsina, vestida de mar. Cinco sirenitas te llevarán por caminos de algas y de coral y fosforescentes caballos marinos harán una ronda a tu lado. Y los habitantes del agua van a jugar pronto a tu lado. Bájame la lámpara un poco más, déjame que duerma nodriza en paz y si llama él no le digas que estoy dile que Alfonsina no vuelve. Y si llama él no le digas nunca que estoy, di que me he ido.
Filha de pais argentinos, nascida na Suíça, imigrou com os seus pais para a província de San Juan na Argentina em 1896. Em 1901, muda-se para Rosario, (Santa Fé), onde tem uma vida com muitas dificuldades financeiras. Trabalhou para o sustento da família como costureira, operária, atriz e professora.
Em 1938, três dias antes de se suicidar, envia, de um hotel de Mar del Plata para um jornal, o soneto “Voy a Dormir”.
Consta que suicidou-se andando para dentro do mar - o que foi poeticamente registado na canção "Alfonsina y el mar", gravada por Mercedes Sosa; o seu corpo foi resgatado do oceano no dia 25 de outubro de 1938. Alfonsina tinha 46 anos.
Tú me dijiste: no lloró mi padre; tú me dijiste: no lloró ni abuelo; no han llorado los hombres de mi raza, eran de acero. Así diciendo te brotó una lágrima y me cayó en la boca... más veneno. Yo no he bebido nunca en otro vaso así pequeño. Débil mujer, pobre mujer que entiende dolor de siglos conocí al beberlo: ¡Oh, el alma mía soportar no puede todo su peso!